HISTORIA DE UN AMAZONAS.

Capítulo I: Su familia nos cuenta su historia

«Mi marido lo compró  en una tienda  de animales,  llegó  a casa cuando mis hijas eran pequeñas,  se crió  con ellos hasta que se fueron independizanto todos, la única que lo sacaba de la jaula era una de mis hijas, cuando ella se marchó también de casa, se quedó  en su jaula,  no lo sacamos para nada a no ser que mi hija viniese a casa, cosa que no podía hacer con frecuencia  por su trabajo.

Pasan los días,  las semanas  y los meses y ahí esta ella, encarcelada  sin cometer ningún  crimen.

Me da mucha pena, porque cuando se pone a gritar (que sé  que es gritos de llamada) la tengo que tapar para que se calle.

Mis hijos no paran de repetirme ; que eso no es vida para esa ave. Así que les hago caso  y decido contactar  con la Protectora  para que le busquen una familia  donde se encuentre  comprendida y y reúna todas las sus necesidades. «

CAPITULO II: ARREPENTIMIENTO

Después  de haber tenido  la conversación con la Protectora,  comencé  a tener muchas dudas y miedo. Pensé ( y si con su nueva  familia  no esta bien, y si no la alimentan o no la llevan al veterinario,  etc. etc. Decidí,  que para estar con otra familia,  se quedaba conmigo. ) En este momento  es cuando se nos disparan  las alarmas. » no podíamos permitir  que ese ave viviese  el resto  de su vida encerrada en una jaula «

Después de varios días  manteniendo  conversaciones con la dueña  del Amazonas, conseguimos que entendiera que esa idea de no quererla dar, no era lo mejor para ella. Al final decidió  entregárnosla con la única opción  de que se quedase con nosotros. Tuvimos que decirle que si, aún habiendo dicho que en el refugio no acogemos más aves.

Nuestra idea era buscar una buena familia  y que directamente  pasara de su dueña a su nuevo  hogar. Totalmente  lejos de lo que piensan muchas personas de nuestra Asociación,  que nos vamos quedando con todas las aves que nos ceden.

Repito; nuestra finalidad  es buscar hogar a todas las aves que nos ceden, sea el ave que sea.

CAPÍTULO III

Llegó  el gran día, con todo preparado para la llegada de esta ave e implorando  que no se echase  para atrás en el último minuto. Se le habilitó  un sitio para su cuarentena  pero donde la pudiésemos observar e interactuar  con ella sin que se sintiera coaccionada , espacio donde se sintiera en libertad  y con plena autonomía.

Tras la marcha de su dueña,  la dejé  varias horas tranquila. En su mirada se podía observar  el miedo. No quiso  ni comer ni beber en todo el día.

Nuestra preocupación  aumentaba conforme  pasaban las horas. Se le ofreció con la mano,  pipas, cacahuetes , lo cogía y lo tiraba, también  se le ofreció  fruta, que también  rechazó. Oscureció  y le dejamos descansar.

A la mañana  siguiente,  después  de atender  a las demás aves, cogí una silla y me senté a su lado pero sin mirarla,  comencé  a comerme una manzana, mientras tanto ella no me quitaba ojo de encima, comenzó  a hacer sonidos bajos, invitándome a interactuar  con ella.

Le ofrecí  un trocito de mi manzana y después  otro y otro, de la cual casi se comió la mitad más una pipa más un trocito de nuez.

Y así donde vi que ya no tenía esa mirada de miedo y todo cambió  en ella. A raíz de ese momento,  no quería perderme de vista. En cuanto no me veía,  me llamaba y si no iba a donde estaba ella se ponía a gritar a todo pulmón. Se bajaba de la jaula y venia detrás de mi como un perrito.

Su dueña  me llamaba a diario  para saber cómo estaba y si se estaba adaptando. Y me pidió  que si podía venir su hija a despedirse  de ella. ( recordar que esta es la única  persona que la sacaba  de su jaula  e interactuaban)

Capítulo IV y desenlace.

Una semana más tarde, viene la hija de la dueña  a despedirse. No podía creer lo que estaba viendo. Esta chica con los ojos llenos de  lágrimas  y abrazada a ella, después se sentó  en el suelo  y le puso sus canciones favoritas » canciones que cantaban y bailaban las dos». Entonces….. ¿Por qué la dueña  nos la trajo a nosotros  y no se la dio a su hija?

Seguro que tiene una explicación  de la cual nosotros no entendemos.

Me contó  que se la llevaba a la ducha con ella e incluso a dormir, que era su niña, que llevaba toda la semana sufriendo y angustiada por no volverla a ver.

Hablamos durante un buen rato,  me habló  del tiempo libre que disponía,  de todas las cosas que habían hecho  juntas, ella sufría cuando la veía  metida en esa jaula. Que le encantaba como teníamos en el refugio. Etc. Etc.

Así que le dije; que se la llevase, ya que nadie la iba a querer más que ella. Porque nuestro propósito final  era buscarle un hogar a esa pequeña.

Ahora, os quiero comentar  las peculiaridades observadas de Pepa;

  • Ave que lo da todo por la persona que elige y el resto los ve como rivales y enemigos.
  • Ave no apta  para tener otras mascotas.
  • No apta para convivir con niños
  • No apta para hogares donde haya una afluencia  de personas no convivientes.
  • Muy territorial y posesiva.

Hubiese  sido complicado  encontrarle en un futuro,  un hogar con todas estos requisitos  para que ella fuese feliz.


Así es como valoramos cada una de las aves que llegan a nosotros,  una observación  intensa.

Comprobar cómo va reaccionando con cada una de las pruebas  a la que los vamos enfrentando.

Quiero agradecer a la dueña  de Pepa,   la confianza que depositó  en nosotros, por cuidarla todos estos años desde el fallecimiento  de su marido, y a  todos sus hijos  por buscar otra oportunidad  para Pepa para que fuese feliz.

Y en especial a Carmen, porque me ha demostrado que la quiere de verdad, estoy hablando  de amor verdadero y no de un capricho.

PEPA, nosotros seremos tu Ángel  de la guarda , se que ahora vas a ser muy feliz y  estaremos aquí para cuando nos necesites.